viernes, 13 de febrero de 2015

De oruga a mariposa

Actualización 19 de marzo 2016:

Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com

He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!

Cintia


Hace unos meses tomé la decisión que puede que haya sido la más importante decisión que haya tomado hasta ahora. Decidí cogerme una excedencia laboral de dos años con la finalidad de darme tiempo para mi misma, tiempo para vivir, tiempo para SER, para viajar, para desarrollar mi creatividad, para conectarme con la vida y con la naturaleza, para regirme por mis propios ritmos...

El porqué una llega a tomar semejante decisión no es cosa de un día, ni de dos, ni de un mes o cuatro. Es fruto de una reflexión profunda y honesta de una misma con la almohada cada noche que finalmente desemboca en tener que tomar una decisión con respecto a ciertas preguntas que una se va haciendo en su camino: ¿quién soy yo? ¿qué me hace feliz? ¿que anhela mi alma?  En mi caso fue ésa la decisión, pero para cada persona con sus circunstancias personales podría haber sido cualquier otra. No fue fácil llegar a dar el paso. Las almas que nos salimos del camino marcado por la sociedad o por "lo que hace la mayoría" no lo tenemos fácil pues es difícil que los demás entiendan nuestro sentir. Tu ves claro qué quieres y hacia donde vas pero los otros lo ven desde el miedo, la desconfianza, la duda.... y sí... también el amor que sienten por ti y el "no querer que te pase nada". Hoy entiendo que no podemos pretender que los demás nos entiendan, pero sí que nos respeten a nosotros y nuestras decisiones.




Cuando la vida se me empezó a hacer cuesta arriba, empecé a enfermar y lo que era mi mayor pasión (la educación, los niños, mi trabajo en la escuela...) empezó a ser un sacrificio demasiado grande como para poder aguantarlo por mucho más tiempo, se hizo urgente  la demanda de hacer un giro a mi vida, un cambio que me permitiera coger aire, respirar, observar desde la distancia para afinar mejor la puntería después de mi regreso. Sé que cuando vuelva podré ofrecer mucho más de mi...

Recuerdo que fue (ha sido, pues es aún muy reciente) una etapa muy difícil en mi vida. Tuve que recogerme por completo dentro de mi ser para escuchar mi alma. Sólo desde el silencio, la soledad y el aislamiento pude vislumbrar luz en el horizonte. Tuve que alejarme del ruido del exterior para escuchar la voz de mi interior. Tuve que hacer como la oruga que permanece dentro de la crisálida hasta que pasa el tiempo suficiente para convertirse en mariposa, y volar...

Cómo vas a volar si no tienes alas? Cómo va a salir la oruga de la crisálida si aún no se ha formado del todo? Como vas a sanar si no te das tiempo para ello? Cómo vas a transformar tu vida si aún no comprendiste las lecciones que debías aprender?




Siempre me ha gustado escribir mucho, y una etapa de gran actividad en la escritura y en la expresión de mis sentimientos ha sido precisamente ésta larga etapa en la que he estado atravesando lo que yo llamo "La Noche oscura del alma", ese túnel de oscuridad casi infinito que atravesamos, hasta que un día empieza a aparecer la luz de nuevo.

Quiero compartir con vosotros algunas de las cosas que escribí en esa etapa de noche y sombras.

Cuando ya probaste la esencia de la vida,
la tocaste, la saboreaste, la sentiste en tu piel…
cómo renunciar a ella?
Cuando el silencio ya formó  parte de ti,
y el sol nacía en tu interior cada mañana,
como volver al ritmo vertiginoso de la sociedad
sin anhelar esa pureza?
Como ser un alma eterna y presente,
en medio de la vorágine, ciega y sorda,
autómata que camina sin rumbo?
La luz trae consigo la verdad,
o muero o actúo.
O voy en busca de mis sueños,
o entro en un estado de amnesia profundo
para no sentir el dolor
de recordar aquellos momentos
en los que mi alma era libre, eterna, presente.
No más dualidad a costa de mi vida.
No más mentira a costa de sostener, defender, enfermar.
Se acabó el circo de mi vida.
Ahora sí, que empiece la función.



En el naciente despertar de mi mañana ya es noche, donde el miedo celebra su victoria y el coraje se acobarda ante la indefinición del futuro.
Me pesa el presente, donde se me escapa viviendo el sueño de la libertad, anhelando el mañana pensado hoy.
Rompo lentamente cadenas que constriñen mi alma, y roban luz a mi sonrisa, esa que protejo ante la ignorancia de perderme por no saber hacia donde voy.
A cada pensamiento soy un poco mas libre y a cada paso un poco más yo. Encuentro en mi camino espejos que me recuerdan de donde vengo y hacia donde voy... espacios de arte consciente y alma en estado puro latentes de autenticidad.
Que fácil es perderse en el ego de la sociedad que nos amamanta desde niños y nos moldea sutilmente... amansando la pasión, menguando la confianza...
Gracias a los momentos de no retorno mi alma golpea sobre la mesa y se revela ante el encasillamiento al que un día sin saber cómo entré y hoy decidida decido abandonar.
Hoy pinto en el lienzo en blanco el futuro de mis sueños,
al cuál aspiro y con coraje construyo... más allá de los mares, más allá de mi.



Las ideas se iban gestando en mi interior. Las emociones convertidas en lenguaje, la poesia y también el silencio me acompañaban en mi camino. Esas palabras cogían fuerza y me guiaban hacia algún lugar antes desconocido que hoy se muestra claro ante mí.

La paciencia y la espera forman un elemento clave en los procesos de transformación. Nosotros queremos ir rápido, pero los procesos requieren su tiempo para madurar y que las circunstancias cambien. Me di tiempo... y comprendí. 

Si algo comprendí en todo éste proceso era que soy yo la única responsable y creadora de mi vida y que no podía delegar en nadie la responsabilidad de elegir acerca de mi camino a seguir. Quién mejor que yo sabe lo que anhela mi alma? Quién mejor que yo sabe de mis deseos, convicciones, proyectos y sueños por alcanzar? Llegada a tal encrucijada tan sólo quedaba seguir el camino espiritual del guerrero: el camino del coraje.

Otro de mis escritos:

Mi alma, peregrina hacia el trono elevado de su Ser, vacía ya de sí, una con el Todo, devota de la vida, eternamente buscadora de esencias. Mi alma, inocente larva que metamorfosea su ser, despojándose de capas vanas e inútiles aligera su equipaje, dispuesta a emprender el camino de retorno al Ser Original.

Se abre el telón

Y aquí estoy en éstos momentos, en Sri Lanka, desde hace ya 13 días. Miro atrás y veo que el camino fue largo pero bien mereció la pena. No canto ninguna victoria ni digo que eso "ya pasó", lo que si es seguro es que la energía del momento actual es mucho más serena. Sentada enfrente de éste ordenador relatando mi camino, siento una inmensa paz en mi interior pues siento que estoy justo en el lugar donde quiero estar haciendo lo que quiero hacer. 

Aún no sé si estoy soñando o estoy viviendo. Aún no se si es real o no. Parece como un sueño demasiado bonito para ser verdad el saber que tienes dos años por delante para ti, para vivir... Una de dos, o mi "yo" aún no se lo cree, o es que siento tanta paz que ni la extrema felicidad me altera...

Hoy vuelo mi vuelo y bato mis alas en busca de nuevos destinos, siempre en dirección al corazón...

Ese corazón que habita en mí se ofrece para caminar a tu lado, siempre que quieras...

Un fuerte abrazo desde tierra de elefantes,

Cintia