domingo, 28 de junio de 2015

Cómo transformé mi vida? Parte II: Los puntos clave

Actualización 19 de marzo 2016:

Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com

He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!

Cintia



Amig@s, aquí va la segunda parte de cómo transformé mi vida, y te sugiero algunas propuestas sobre cómo puedes transformar tú la tuya. En la primera parte, publicada anteriormente en mi blog, os expliqué mi historia, qué sucedió, cómo, porqué, que proceso de sanación seguí… y a continuación os explico los puntos que para mí fueron LA CLAVE en mi proceso de transformación.
Espero que algo o mucho de lo que aquí comparto te ilumine en tu camino. Mereces lo mejor, y mucho más!

Para los que no habéis leído la primera parte, aquí os dejo el link:



Ahí vamos…

1. Rendirse

Amig@, si pretendes salir de la situación en la que te encuentras y deseas sanar primero de todo tendrás que rendirte a la vida. Deja de luchar. Deja de intentar nadar a contracorriente. Deja de intentar defender ninguna idea, status, imagen de ti mismo de cara a los demás, ritmo de vida, nivel de exigencia ante el trabajo… Deja de pretender ser el mismo o misma que eres. Deja de preocuparte por la imagen que los demás tendrán de ti o por intentar seguir tu vida igual que hasta ahora. Muere ante ti! Déjate caer y humildemente acepta que no puedes seguir ya más así. Humildemente acepta que ahora debes dejarte cuidar por los demás, acepta que debes parar, descansar, sanar. Ese es el mayor acto de humildad y el inicio del abandono de tu ego.




2. Deja de pretender

Deja de pretender ser la super madre, la super amiga, la super pareja, la super woman, el super profe, el super estudiante, el super jefe… acepta por una vez en tu vida que no eres una máquina (tal como te pensabas que eras) y empieza a mostrarte ante el mundo como un ser humano (con sus debilidades, con sus vulnerabilidades). Deja de pretender defender que vales, que eres bueno, que quieres a los demás, que eres un buen trabajador, que mereces que los demás te reconozcan lo que haces… suelta, suelta y suelta! Deja de HACER y empieza a SER. Deja de camuflar tus sentimientos y empieza a SENTIR. No hay nada que demostrar. Nada que pretender. De ese modo, la vida empieza a ser mucho más sencilla y empiezas a recuperar tu fortaleza interior y frescura, centrándote en lo esencial: tú mismo.



3. Dejar de importar lo que los otros digan

Amig@, debes saber que cuando te sumerges en una etapa de cambio en tu vida, la que cambia eres tú, no los demás. Los demás seguirán sus vidas “normales”, haciendo, sintiendo y pensando igual que pensaban y muchos te dirán, te aconsejarán y opinarán cosas con las cuáles tu no estarás de acuerdo, pero esa será la mayor prueba que la vida te pondrá delante. Seguir tu camino pese a lo que opinen o juzguen los demás. Eso te hará fuerte y hará que te reafirmes y ganes confianza en ti mismo. Si duele… que duela… pero no te detengas. No cedas tu poder a los demás. Que saben ellos de tus sueños y de tu sentir? Agradece cada instante todos esos obstáculos que la vida te pone delante, porque son grandes oportunidades de aprendizaje, y sigue tu camino! Que nada ni nadie apague tu luz!



4. Abrazar el vacío

Cuando atravesamos por crisis personales y se avecinan cambios son momentos que acostumbran a ser difíciles por la incertidumbre del qué pasará. El ser humano busca la seguridad de manera innata, pero, es una mera ilusión. Qué pasará cuando me echen? De qué trabajaré si dejo mi trabajo? Cómo me lo montaré para ganar dinero? Qué haré sin mi hijo? Encontraré a alguien que me quiera más que él/ella? Que pasará si me pongo enfermo/a? … son algunas de las infinitas preguntas que nos pueden asaltar en la mente cuando pretendemos hacer algunos cambios en nuestras vidas.


Aprender a convivir con la incertidumbre y aún así seguir avanzando, es el camino del guerrero. Nada ni nadie puede prometerte nada. Así que simplemente respira el momento presente. Abraza el vacío, abraza el no-saber, abraza tu miedo, y sigue dando pequeños pasos. El mañana es cosa del futuro. Solo tienes el aquí y ahora, y mucho mejor si lo aliñas con optimismo, una sonrisa y grandes dosis de valentía!

5. Me crecí merecedora de una vida mucho mejor

Durante muchos años creí que vivir con estrés era “lo normal”, “lo que le pasaba a todo el mundo”… hasta que un día, después de la historia que os he contado creí que merecía una vida mucho mejor: más tiempo para mi, más calidad de vida, disfrutar más de cada momento, hacer algo que me aportara más crecimiento personal. Y me lo creí tanto, que lo conseguí!

Si no te crees merecedor de una vida mejor, seguirás siempre en las mismas circunstancias en las que te encuentras ahora. Creer que mereces algo mejor y movilizar todos tus recursos personales para conseguirlo te llevará inevitablemente a realizar cambios positivos en tu vida. Deja de conformarte con una vida mediocre y sueña… pero sueña a lo grande!




6. Soñé a lo grande y decidí hacerlo realidad

Soné mi sueño, el de tomarme un año sabático… pero soñé a lo grande… y decidí tomarme al menos dos!! Para hacerlo realidad empecé a dar los pasos necesarios… notificarlo en el trabajo, a la familia, a los amigos… decidir dejar el piso, vender los muebles para juntar dinero,… se trataba tan sólo de ir dando pequeños pasos! De repente llega el día “X” y empieza tu vuelo… aunque para ser más precisos diré que tu vuelo empieza cuando surge en ti la semilla de la libertad, el pensamiento a punto de convertirse en acción…



7. Me reconocí como mi propia divinidad

Cuanto más tiempo pasa, más claro tengo que somos dioses y diosas, y creamos nuestras vidas de acuerdo a nuestras creencias. Considerarme un ser divino me ha llevado a respetarme enormemente, y del mismo modo, hacerme respetar por otros y no permitir que nada ni nadie atente contra mí y contra mis derechos. No hace falta luchar contra nada ni contra nadie. Es tan sencillo como alejarte de todo lo que baja tu vibración (personas, lugares, situaciones…) para mantenerte en una vibración elevada.

Cuando entendí que soy una diosa, recuperé todo mi poder y entendí que estaba en mis manos mi suerte y mi destino. Como ser sagrado que soy, exijo y deseo una vida muy sagrada, alejándome de todo lo vulgar que pretenda rebajar mi valor. Los dioses son seres venerados, y yo ante todo, me venero a mí misma, no desde la altivez, sino desde el profundo autorespeto y admiración hacia ésta alma, la cual encarno.

8. Transformé mis creencias limitantes

Para dar el salto y transformar tu vida, antes tienes que transformar muchas de tus creencias sobre el dinero, el trabajo, la familia, la pareja, la vida… De modo inconsciente, a lo largo de nuestras vidas, hemos ido llenando nuestra mente de creencias limitantes, las cuales ya no dan respuesta a nuestras actuales necesidades. “Ganar dinero requiero mucho sacrificio”, “Trabajar requiere mucho esfuerzo”, “No voy a encontrar un trabajo mejor”, “La vida es sacrificio”, “El dinero es lo más importante”, “Encontrar el amor verdadero es muy difícil”, “Para ser feliz necesito un trabajo, pareja, una casa y dinero”, “Desarrollar la creatividad es muy difícil”… son muchas de las creencias que nos impiden realizar nuestros sueños. Somos nosotros los boicoteadores número 1 de nuestras vidas!!

Yo tuve que transformar muchas de ellas para ser libre y lanzarme a otra vida, pero es sumamente emocionante ver cómo al ir liberándote de la carga de todas esas creencias la vida es más liviana y tus pasos se acercan a tus sueños.


9. Me abrí a descubrir nuevos dones y talentos

Hasta el momento en que se derrumbó mi sistema yo me había identificado totalmente con el rol de “maestra”. Me identifiqué tanto y me centré tanto en él que me olvidé que Cintia era mucho más que una maestra de educación primaria. Casi renuncié a mil otros talentos por centrarme sólo en uno… qué locura! Si invertía el 80% de mi tiempo y de mi energía al trabajo, como iba a desarrollar otros dones? Imposible!

Cuando me di libertad para volar, me di cuenta que en mí vive un alma con múltiples dones y talentos… supe que puedo ser cualquier cosa que me proponga… vi que en mí vive una escritora, una artista, una sanadora, una bloggera, una maestra, una viajera, una fotógrafa, una periodista, una redactora, una cocinera, una “coach”, una asistente espiritual o gurú, una visionaria, una transformadora de realidades, una bailarina, una aventurera, una autodidacta… Hoy sé que puedo ganarme la vida de mil maneras y que la vida es mi escuela!


10. Viviendo desde el amor incondicional

Cuando empiezas a sentir un profundo amor incondicional por ti mismo, por los demás y por la vida, te das cuenta que la vida es muy valiosa y no merece la pena seguir desperdiciando un minuto más en asuntos banales. Amar la vida intensamente me llevó a querer vivirla intensamente, a querer trascender mi realidad, a querer fundirme con todo. Cuánto más amor sentía por todo a mi alrededor (familia, amigos, plantas, animales, atardeceres, el agua del mar, la brisa, la sonrisa de un transeúnte por la calle, una deliciosa taza de té, una reconfortante cama que me permitía descansar…) desarrollé el compromiso conmigo misma de amar la vida más allá de cualquier límite conocido por mí anteriormente.

Me entregué al amor, y el amor me abraza a cada instante, en cada cosa que hago, a cada lugar que voy, con cada persona que me encuentro!


11. Seguir mi Verdad

Cuando vivimos nuestra vida de manera inconsciente, dejándonos arrastrar por la sociedad, por lo que hace la mayoría, por la rutina, por los medios de comunicación, por las costumbres y tradiciones lo que sucede es que nos estamos alejando de nuestra verdad para seguir lo socialmente establecido, lo estándar. Pararte a reflexionar cuánto de eso de lo que hay “ahí fuera” resuena en tu interior es ir en busca de la Verdad, para así vivir una vida auténtica de acuerdo a tu verdadero sentir. Seguir tu Verdad es seguir tu guía interior, es declararte autosoberano y director de tu propia experiencia.


Cuando te comprometes con tu Verdad dejas de aceptar relaciones que no son verdaderas, dejas de dejarte engañar por alguien que te promete amor, dejas de ser carne de cañón para farsantes, dejas de ser un ente a la deriva buscando salvación en donde no la vas a encontrar, dejas de invertir energía en asuntos que no son de tu interés, dejas de vivir de cara a la galería para vivir en las profundidades de tu Ser.

Después de muchos años de mentira, dejándome la piel trabajando, agotada ya de seguir con rutinas que no me satisfacían me comprometí con mi verdad, esa que me ha hecho renacer y dar valor a cada segundo de mi vida, sin hacer más “lo que toca”, sin resoplar por compromisos que no me apetecen… aprendiendo el arte de vivir de acuerdo a mi sentir!

12. Silencié mis miedos

Los miedos nacen del ego, esa identificación ilusionaría del “yo” que en realidad no existe, es tan sólo una creación mental. Los miedos son fantasmas que nublan nuestra mente y a menos que los afrontemos corremos el riesgo de ser prisioneros de ellos. En mi caso, lanzarme a un cambio de vida, dejando por un tiempo indefinido mi profesión de maestra, un sueldo estable, una vida cómoda, un entorno estable… crea mucha incertidumbre, pero la incertidumbre no aparece pensando en el momento presente, ella aparece cuando piensas en el futuro. Haciendo un esfuerzo una y otra vez por volver al momento presente y dejar de pensar en “el qué pasará” es lo que disipa los miedos y hace que te concentres en lo esencial: el aquí y ahora, cuál será tu próximo paso.



13. Tomar distancia de ambientes y personas que no vibraban conmigo

En nuestro tránsito por la vida vamos evolucionando conforme a experiencias que vamos teniendo y vamos desarrollando sentimientos de amor, gratitud, compasión, altruismo, honestidad, verdad, pureza, amistad… Unas personas se suben a nuestro carro, e inevitablemente otras se bajan porque ya no vibran en nuestra misma frecuencia. No es una cuestión de que sean mejores o peores. Es una cuestión de resonancia, de intereses, de energía. Personas y lugares que antes te hacían sentir “a gustito” después pueden hacerte sentir que ese ya no es tu lugar. Los que experimentamos sentimientos así al principio nos cuesta de aceptar, puede que incluso te sientas mal. Eso es porque nuestro ego se resiste a cambiar y sigue queriendo aferrarse a ser “el/la de siempre”. Pero el alma se revela y reclama un nuevo paradigma. Ser valiente como para no dejarte arrastrar y seguir avanzando, tomando distancia de personas o lugares que no te ayudan o aportan en tu proceso de evolución es parte del camino. Sigue tu verdad, sin intrusiones!


14. Gratitud durante el proceso

La gratitud diría yo que es uno de los primeros “requisitos” para sanar. Un alma agradecida, es un alma que vive en la infinita abundancia, y entender que todo pasa por algún motivo nos ayuda a agradecer cada acontecimiento que nos sucede incluso si en ese momento aún no estamos preparados para ver el beneficio o la aportación positiva en nuestra vida.

Los peores meses de mi crisis, esos en los que lloraba desconsoladamente y no encontraba el motivo por el cual apenas vestirme y salir a la calle, muy en el fondo de mí sabía que detrás de ese acontecimiento tan “dramático” había una gran recompensa, una gran victoria, un gran porqué. Aún sin saber bien bien del todo de qué se trataba, porque las nubes aún no me dejaban ver la luz yo seguía orando y dando gracias cada día por esa experiencia en dirección a mi verdad que la vida me estaba aportando. Daba gracias infinitas por ayudarme a dejar “morir” los rastros de una Cintia de etapas anteriores para dar luz a una nueva Cintia eterna, divina y renovada. Yo seguía atravesando el largo túnel lleno de oscuridad, pero allí en el horizonte, una intensa y nítida luz brillaba. Por eso, y solo por eso, daba GRACIAS.



15. Esperanza, lo que nunca perdía

Creer que todo tenía un porqué, sentir que nada es por casualidad, pensar que después de la tormenta llegaría la calma, creer que de esa fuerte crisis saldría renacida, confiar que la vida me protegía y sólo podía traerme lo mejor, pensar que merecía lo mejor y el universo se encargaría de regalármelo, creer que mi crisis sería la catapulta hacia el cambio y el éxito personal, sentir que estaba siendo puesta a prueba por la vida y superarla satisfactoriamente me traería mil bendiciones… es decir, tener ESPERANZA en lo que estaba por llegar, era lo que me mantenía a flote aún estando hundida, era lo que hacía que eventualmente levantara cabeza y encontrara motivos por los que luchar, era lo que hacía que en unos momentos sin sentido mi vida siguiera teniendo sentido! Amig@, nunca pierdas la esperanza en nada! Como dice un dicho… Dios aprieta, pero no ahoga… confía!!


16. La espiritualidad como camino y guía divina

Éste puede que sea el aspecto más clave de todos. Siempre me he considerado una persona espiritual, pero durante mi etapa de crisis, más que nunca, tuve que aferrarme a ella cuál bote salvavidas. Y no hablo de pseudo-espiritualidad. No hablo de “charlatanes” de espiritualidad. No hablo de espiritualidad barata. Hablo de la verdadera, el ejercicio y la práctica de la verdadera espiritualidad que es la de trascender el ego, abandonar toda pretensión, dejar de buscar. Morir ante mi. Dejar de buscar para empezar a encontrar. Dejar de “hacer”, para empezar a “ser”. Practicar el silencio y la escucha profundas. Meditar para escuchar mi Ser Superior. Llorar todo lo necesario. Dejar de ser la fuerte, la guapa, la simpática, la alegre, la superwoman. Conectar con otras dimensiones y planos de realidad más allá de la dimensión física. Experimentar mi naturaleza divina y mi cuerpo de luz. Sentir la guía divina que me susurraba al oído. Y como explicaba antes… amar cada momento de mi vida incluso si lo estaba pasando mal, dar gracias por cada momento y acontecimiento, y confiar que la verdadera felicidad y realización personal me estaban esperando a la vuelta de la esquina, esa es la verdadera espiritualidad!!

EN QUÉ MOMENTO TE ENCUENTRAS TU?

Querid@ amig@, no sé en qué lugar te encuentras tú, no sé en qué estado de realización y plenitud personal te encuentras, no sé cuánto te llena tu vida, tu trabajo, tu relación de pareja… no sé cuanta paz interior sientes en tu vida de saber que haces y estás justo en el lugar que quieres estar haciendo lo que más te gusta.

Te animo a que te tomes tu tiempo para reflexionar, si es que aún no lo has hecho, y pienses en qué pequeñas cosas puedes empezar a transformar tu vida. Tu, y sólo tu, sabes que es lo que más necesitas para ser feliz. Piensa con el corazón, no con tu mente. Haz caso al primer pensamiento que te venga a la mente… ése es el camino a seguir, ahí tienes pistas sobre qué dirección tomar.



Si no sabes qué es lo que quieres o qué rumbo tomar te invito a que pares y te tomes tu tiempo para meditar y encontrar la respuesta por ti mism@. Es normal que en muchos momentos de nuestra vida no sepamos bien en qué dirección ir. La respuesta está en el silencio de tu mente… la respuesta está en la honestidad de tu corazón!

Te recuerdo que viniste a la Tierra para ser feliz. Encarnaste en un cuerpo físico para realizar el Plan Divino de tu Alma! No viniste a sufrir y vivir en la mentira.

Necesitas una ayuda?

Por otro lado he empezado a ofrecer sesiones de coaching espiritual para ayudarte a transformar tu vida. Si quieres saber cómo puedo ayudarte, lee éste post: Cintia, tu espiritual coach


Adelante amig@... Sigue tu camino, sigue tu Verdad, transfórmate y en tu cambio ayuda a transformar el mundo y los que te rodean… ATRÉVETE A SER FELIZ, sin límites, sin máscaras, sin medias verdades!!!

Mil besos y abrazos de un alma que os desea todo lo mejor en vuestras vidas.

Con infinito amor,

Cintia