Actualización 19 de marzo 2016:
Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com
He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!
Cintia
Responder a ésta pregunta me ha llevado casi 32 años de mi vida. Parece fácil de responder, pero no lo es en absoluto. No valen respuestas del tipo “soy hija de… me dedico a… y lo que más me gusta es...”. Ése tipo de respuestas basadas en roles y apegos a nuestra identidad son simples respuestas superficiales, ajenas a nuestra verdadera esencia. Nuestra alma reclama una respuesta más profunda, más auténtica y meditada, desde lo más profundo de nuestro Ser.
Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com
He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!
Cintia
Responder a ésta pregunta me ha llevado casi 32 años de mi vida. Parece fácil de responder, pero no lo es en absoluto. No valen respuestas del tipo “soy hija de… me dedico a… y lo que más me gusta es...”. Ése tipo de respuestas basadas en roles y apegos a nuestra identidad son simples respuestas superficiales, ajenas a nuestra verdadera esencia. Nuestra alma reclama una respuesta más profunda, más auténtica y meditada, desde lo más profundo de nuestro Ser.
Para obtener la respuesta a la pregunta “¿quién soy yo?” se
requiere de tiempo para reflexionar sobre ella, se requiere de silencio, se
requiere de distanciamiento de lo mundano… callar la mente para escuchar el
corazón. Es necesario alejarnos de nuestra conciencia de cuerpo (lo físico), y
adentrarnos en nuestra conciencia de alma (lo espiritual)… Tan sólo desde el
silencio, somos capaces de escuchar nuestra alma, nuestro corazón… Tan sólo
desde el silencio, podemos acallar nuestro ego, ser honestos con nosotros
mismos y dejar salir de dentro “ése” o “ésa” que siempre estuvo dentro nuestro
pero jamás brilló con su máximo esplendor. Que está esperando su momento de
gran DESPERTAR.
Para responder a la pregunta debemos despojarnos de todos
los roles. Identificarnos con un rol (el de madre, ama de casa, abogada,
informático…) es como construir una casa con falsos cimientos. Qué pasará el
día que cambie de trabajo o de ocupación? Ya no sabré quién soy porque he
construido mi identidad en base a eso… me perderé… Tampoco debemos
identificarnos en base a nuestro estatus social, cultura, religión, estado
civil, nacionalidad… porque todo eso es variable. Todo puede cambiar en
nuestras vidas: el trabajo, la pareja, el lugar donde vivimos, el estatus
económico… Lo que nunca cambia es nuestra Alma. Ésa es la única Eterna y
Verdadera.
Vale la pena tomarse un tiempo a encontrar la respuesta a
tal valiosa pregunta. Cuando la hayamos encontrado, recuperaremos parte de
nuestra fuerza interior, de nuestra esencia. Asistiremos al reencuentro con
nuestro Yo auténtico, el que nos da coraje, fortaleza, confianza y dirección en
la vida…
¿Quién soy yo? Una buscadora espiritual. Una buscadora de
Verdad, de mi propia Verdad. Alguien al servicio de la Humanidad, portadora de
amor… Un ser que busca con coraje la plenitud, la autenticidad, la paz
interior. Una maestra y educadora con afán de unir la espiritualidad con la
educación. Un alma convencida de que el cambio en la Humanidad pasa por un
cambio de conciencia. Una poeta que escribe en silencio. Una persona convencida
en que un mundo mejor es posible. Alguien a quién no le sirve la inercia de la
sociedad, buscadora de mi “yo” conmigo, deseosa de ayudarte a encontrar tu
“tu”, contigo.
Como somos eternas e infinitas, el camino es igual...
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