miércoles, 29 de abril de 2015

Reflexiones y vida cotidiana practicando mindfullness en Nilambe (3): Gratitud a flor de piel y canalización de una de mis meditaciones

Actualización 19 de marzo 2016:

Ya he transferido completamente éste blog a mi nuevo blog www.cintiasloveinaction.com

He puesto mucha energía en él y me encantaría veros por allí.
Os espero con los brazos abiertos!

Cintia


Experiencia de la gratitud

Disfrutar de los sentidos es un regalo divino. Tenemos suerte de tener éste cuerpo que nos permite experimentar y apreciar nuevos sabores, nuevos olores, ver nuevas cosas con nuestros ojos… pero podríamos no tenerlos. Todo de lo que disfrutamos en la vida, hay alguien en otro lugar, puede que muy cerca nuestro, que no puede disfrutarlo igual que tu. Puede que tu estés comiendo un delicioso plato de comida, y alguien a tu lado esté mendigando porque no tiene para comer. Puede que tu estés disfrutando de un maravilloso atardecer o un agradable paseo por la montaña y alguien, muy cerca de ti, esté enfermo en una cama de hospital, o lo que sea.

Si algo estoy haciendo cada uno de los momentos y segundo desde que me cogí la excedencia, dejé “mi vida cotidiana” y me lancé a la aventura de vivir es DAR GRACIAS. Doy gracias por todo, hasta por el aire que respiro!

Aquí en Nilambe estoy fuertemente implicada en mi proceso espiritual las 24 horas del día, me ayuda a estar presente todo el día, a apreciar cada pequeña cosa, a disfrutar de cada pequeño animal que se cruzaba en mi camino, persona, circunstancia o emoción… y como os decía EMPECÉ A DAR GRACIAS POR TODO. Absolutamente por todo.
  •           Por el sol que me ilumina cada día y me calienta. Por ese sol que me ayuda a pasar ratos tan agradables en el jardín.
  •          Por la lluvia que cae y refresca mi cara… por traerme esa sensación de frescura y pureza en el ambiente.
  •          Por el agua tan limpia y pura de las montañas que bebo y hidrata mi cuerpo.
  •         Por la comida que como y nutre todos mis cuerpos… mi cuerpo físico, emocional, mental y espiritual.
  •           Por el aire limpio y puro que respiro de estas montañas tan maravillosas.
  •          Por la cama donde duermo, que me permite tener un sueño profundo, descansar mi cuerpo, integrar aprendizajes y prepararme para el día siguiente.
  •          Por la gente que camina a mi alrededor y me regala sonrisas.
  •           Por los ojos que tengo y me permiten observar tanta belleza.
  •           Por los pies que tengo que me permiten caminar, conocer lugares nuevos, conocerme a mi misma, volar…
  •          Por la boca que tengo y me permite apreciar los sabores, por los dientes que me permiten morder las comidas, por el cuerpo que me permite digerir esos alimentos…
  •          Por la Tierra que me ha creado y me ofrece un hogar, un lugar donde disfrutar de sus maravillas.
  •           Por todos los órganos, células, átomos, huesos y elementos de mi cuerpo que me permiten estar viva y vivir experimentar mi paso por la Tierra.
  •           Por esos padres tan fantásticos que tengo y me dieron la vida!
  •           Por todos esos amigos, familiares y gente de mi alrededor que me quiere y me nutre emocionalmente, y me hacen sentir amada y feliz…
  •           Por la persona que creó éste maravilloso centro llamado Nilambe, que hoy me permite estar aquí viviendo la experiencia de la meditación y la presencia, mientras me conozco a mi misma y transformo mi vida…


Tengo clarísimo que la gratitud transforma nuestra vida y nuestra realidad! Lo que damos, nos vuelve a nosotros multiplicado por mil. Da, y recibirás. Se generoso y recibirás generosidad. Regala amor, y te amarán. Se agradecido… y la vida te sonreirá infinitamente!!

La gratitud me ayuda a sentir alegría. Me recuerda cuán viva estoy y me permite seguir disfrutando de los pequeños regalos que la vida me ofrece. Conforme más gratitud siento, más se expande mi amor… es increíble!








La meditación

Y como no, la meditación es el eje principal de Nilambe. El vehículo que nos permite llegar a todos esos lugares, experiencias y sensaciones. La práctica que nos ayuda a vivir la plena conciencia y nos permite conocer mejor el funcionamiento de nuestra mente para aprender a dominarla a ella y a nuestros pensamientos, dejando de ser víctimas de una mente loca, confusa y distraída…

Para mi, la experiencia de la meditación ha sido muy intensa a lo largo de mi vida por todos los regalos , aprendizajes y experiencias que me ha ido trayendo a lo largo de todos éstos años de práctica, pero sin duda alguna mi estancia en Nilambe está marcado un antes y un después porque nunca antes había estado viviendo en un lugar por largo tiempo meditando tantas horas al día.
Cosas nuevas empiezan a suceder en nuestro cuerpo, en nuestra mente y en nuestras emociones… grandes cambios empiezan a aparecer en nuestro camino espiritual… a veces son cambios muy rápidos… a veces son lentos… pero siempre hay cambios.

Cerraré éste relato sobre mi experiencia en Nilambe compartiendo con vosotros un escrito que escribí hace unos días, durante un retiro, el cuál compartí con mis compañeros, y muchas de las personas me dijeron que les había tocado el corazón. Hoy quiero compartirlo también con vosotros:

Escrito en Nilambe el día 8 de abril

Hoy, meditando, he tenido una gran comprensión acerca de lo que es la meditación.

ACTO DE AMOR

Meditación es un acto de amor, y fe. Para mi, meditar es un acto divino, sagrado, un momento puro donde ofrezco mi alma a la eternidad.

Cuando voy a meditar hago una reverencia ante mi misma y ante Buda por la meditación que voy a realizar y las bendiciones que voy a recibir. Antes de empezar la meditación sonrío, porque sonreír es abrir el corazón al momento presente, es abrirme a la experiencia de la meditación, es dejar que penetre en mi y llegue hasta la última de mis células. Sonriendo estoy siendo amorosa y compasiva con mi propio cuerpo y mi propio proceso. Le hablo a mi cuerpo amorosamente y le digo que lo está haciendo muy bien, que siga así. Sonriendo dejo penetrar el amor y también me ayuda a relajar el cuerpo y las tensiones, lo que me permite meditar mejor, en una postura más cómoda, con un cuerpo más blando. Sonreir durante la meditación es dejar que salga todo el amor que hay en mi y dejar que penetre en mi todo el amor disponible en Buda, en los demás, en la existencia…

Cuando acabo la meditación vuelvo a sonreír y vuelvo a hacer una reverencia con suma gratitud por todo lo que ésta meditación ha aportado a mi Ser. Cada meditación es un acto de rendición, nuestra alma muere y renace con cada nueva comprensión que tenemos. No somos los mismos que éramos hace una hora o media hora porque ahora hay una nueva Verdad en nosotros. Un nuevo ser ha nacido en nosotros, con una nueva comprensión, más luz, coraje y confianza en nuestro camino ante cada pequeña transformación que hacemos.

También me sale del alma hacer una reverencia a mi profesor, como agradecimiento por su entrega, por su guía, por su dulce acompañamiento en mi camino hacia el despertar.

Meditación es comprensión. Meditación es amor. Meditación es sentir el abrazo de la vida con el corazón abierto. Meditación es muerte y renacimiento. Meditación es volver a la vida, transformando tu código genético y tu ADN. Meditación es escuchar tu corazón y tu guía divino, ese que te habla y te susurra al oído en silencio. Meditación es dar gracias a todas tus experiencias pasadas por haberte traído hasta aquí.

Meditación es dar gracias a tus ancestros por el legado, la herencia y la sabiduría que te han dejado, es dar gracias al Sol por salir un día más y a la brisa por acariciar tu pelo un día más. Meditar es sentir que perteneces a la Tierra, que ella es tu madre y la resta de seres vivos son tus hermanos. Meditar es crear y un mundo mejor para las próximas generaciones y dejar un mundo más consciente y sano del que nosotros estamos dejando.

Meditación es sentir la propia divinidad en tu piel. Sentir que tu también eres un Dios Creador porque tienes el poder de crear tu propia vida y crear vida a tu alrededor, transformando tu mente, transformando tus emociones, desarrollando tus poderes psíquicos, creyendo que la magia está disponible para ti aquí y ahora.

Meditación es arte, meditación es sanación. Meditación es Eternidad vivida en tu propio cuerpo cuando vas dejando atrás capas de dolor y sufrimiento y te vas abriendo a la experiencia de la comprensión desde un nivel más elevado de conciencia.

Bendiciones para todos vosotros, mis hermanos… y feliz viaje espiritual.

Hoy se que la meditación y yo somos compañeras de camino. Yo no puedo existir sin ella, porque ella me ayuda a dar dar luz a mi vida y expandir mi amor cada día más. Las experiencias que nos tocan el corazón son las que más nos marcan y es difícil que Nilambe no te marque. Yo sé que un gran rinconcito de mi corazón estará siempre destinado a él.

Gracias Nilambe!


martes, 28 de abril de 2015

Reflexiones y vida cotidiana practicando mindfullness en Nilambe (2): Comida, trabajo y relación con la naturaleza

Actualización 19 de marzo 2016:

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Os espero con los brazos abiertos!

Cintia




En éste post hablo del mindfullness de manera muy práctica en las actividades cotidianas como son el comer, el trabajar, el pasear la naturaleza... lo que sería redescubrir la vida con una nueva mirada.

Experimentando el mindfulness cambiamos nuestro presente

La vida en el centro consiste básicamente en practicar el mindfulness (la atención plena) durante todo el día en todo lo que se hace, en la medida de lo posible, claro. Con práctica, te vas volviendo más consciente y  eres consciente de lo que haces, que no es lo habitual! Aun así, no es nada fácil. Incluso teniendo todo el tiempo del mundo, todo el silencio y toda la paz, me doy cuenta qué fácil es que la mente se distraiga. A la mínima que te despistas, ya está engarzada con cualquier tipo de pensamiento. El problema es cuando ésos pensamientos no son positivos, y no nos llevan a ningún cambio positivo.

Habitualmente hacemos las cosas mecánicamente, sin la conciencia de que las estamos haciendo… por eso damos portazos, se nos sale el agua del vaso, nos ensuciamos cuando comemos, pisamos a otro sin querer, dejamos el grifo abierto, hablamos demasiado alto, caminamos y parece que pase un elefante haciendo un montón de ruido, etc…. Y por eso hacemos veinte cosas al mismo tiempo!!!

La conciencia hace que pongamos atención a lo que hacemos, lo que decimos y lo que sentimos. La conciencia viene con la presencia, y la presencia se consigue con la lentitud, con el “awarness”, con la atención plena.

… Mindfullness con la comida…

Para mi, una de las mayores experiencias que he tenido aquí ha sido en relación con la comida. Comer conscientemente ha sido como volver a nacer en cada cucharada o cada sorbo. Llevar toda la atención a los sabores, la boca, la lengua, el paladar, cada mordisco, cada movimiento de mi mano para llevar la comida a mi boca… ha sido algo casi mágico.

Aun tengo grabados a fuego en mi memoria algunos de los recuerdos sensoriales que he tenido comiendo. Por ejemplo, recuerdo el primer día que desayunamos ese excelente desayuno a base de prorridge, dátiles, cacauetes y plátano. Puedo asegurar que ese y muchos otros que he tenido después han sido los mejores de mi vida! Recuerdo la mezcla del sabor más bien insípido del prorridge, con esa textura a papilla de bebé con el dulce de los dátiles… Recuerdo ese sabor a tostado de los cacauetes mezclándose en mi boca con el resto de alimentos… Recuerdo esos dátiles, tiernos, carnosos, deliciosos…

También recuerdo el sabor de la papaya, dulce y tierna… el sabor de la piña… dulce con un punto de acidez… el arroz en su perfecto punto de cocción mezclándose con las patatas y la salsa de coco… la mezcla del sabor de la calabaza con el toque a canela y cardamomo…

Para mi jugar a “buscar” sabores y especias era casi como un juego… básicamente porque en mi país no acostumbramos a cocinar con especias y me encanta saborearlas… Cada cucharada que me metía en la boca intentaba detectar nuevos sabores y encontrar el sabor de las especias… cardamomo, mostaza, curry, canela, chili, pimienta…

Mi experiencia con el té fue otra de las grandes experiencias que he tenido. Había días que disfrutaba tanto con cada sorbo de té, mientras me lo bebía en silencio contemplando ese bello paisaje, sintiendo el sol tocando mi cara, mientras oía el agua del estanque caer y el canto de los pájaros… que era un gran momento de presencia para mi. Que más podía pedir!


Disfrutando tanto con los sabores, y sintiendo tanto placer por algo tan simple como la comida empecé a preguntarme cómo era posible que yo pudiera estar disfrutando de eso, qué había sido necesario que pasara antes para que yo pudiera estar disfrutando de esa comida en ése instante…

A menudo no valoramos todos los procesos y “cosas” que han tenido que suceder para que nosotros podamos hacer uso de ellos… que ha tenido que pasar para que salga agua caliente del grifo, para que llegue éste autobús a éste lugar remoto, para que yo pueda encender el interruptor y llegue luz… cosas así.

Empecé a preguntarme…
  •          Cuántas horas de sol habrán sido necesarias para que ésta papaya haya crecido y esté dulce y preparada para comerse?
  •          Cuánta lluvia y cuánta agua habrá necesitado esta palmera para que pueda producir tan deliciosas piñas?
  •         Quién se habrá subido al árbol a coger éstos cocos y éstos dátiles?
  •          Quién habrá elaborado éstos rotis o pankakes? Cuánto tiempo habrá necesitado? De que campos de trigo habrá salido la harina?
  •           Qué cocinero habrá cocinado con tanto amor este desayuno… tostando los cacauetes, haciendo el prorridge con tanto amor?
  •          Quién habrá cogido éstas hojas de té? Cuántas horas de trabajo habrá tenido que hacer ese “teaplaker” (recolector de té) para que yo esté disfrutando de éste momento ahora?
  •           Quién habrá traído ésta comida hasta aquí arriba? Quién habrá tenido que ir al mercado a comprar y dedicar una parte de su tiempo para que yo pueda comerlo ahora?

Viviendo lentamente te das cuenta del valor real de las cosas. Las cosas no aparecen ahí como un milagro, aunque la vida sea realmente un milago…

… Mindfullness durante las actividades de trabajo…

Durante el primer retiro en el que estuve los trabajos que realizaba a la hora de “working meditation” eran básicamente en el jardín. Barría, cogía hojas, quitaba piedras grandes que nos pudieran molestar en los pies al caminar descalzos por la arena, regaba las plantas… etc. Trabajar en el jardín tiene algo muy mágico y especial: estás en contacto con la Tierra. Para mi meditar barriendo era algo especial porque el simbolismo de barrer puede ser como el de “limpiar”, “quitar energía antigua o estancada”. Así pues, mi conciencia o meditación al barrer era la de restaurar la energía del jardín, del planeta, de mi… es algo muy holístico y metafórico.


Pero donde realmente he disfrutado de verdad de éstas horas de trabajo fue en mi regreso a Nilambe ahora en abril. Vi que muchos de los cojines amarillos de la oficina y que usamos para sentarnos en los escalones o en los bancos de fuera estaban rotos o descosidos. Pensé que haría falta a algunos de ellos darles unas puntadas y coser las roturas.

Pedí hilo y aguja y empecé a dedicarme a coser cojines. Disfruté muchísimo de esos momentos! Acostumbraba a hacerlo sentada en el jardín, rodeada de plantas y me sentía como si hubiera hecho un retorno al pasado. De repente me veía con mi abuela, me venían recuerdos de cuando yo era pequeña y ella me enseñaba a coser. Lo de coser en la actualidad es algo que lo tengo muy descuidado y que más bien diría que no me gusta, porque las cosas que tengo que coser son emergencias de última hora… lo típico, te das cuenta que se ha caído un botón justo antes de ir a una cena, el pantalón está descosido y te tienes que ir a trabajar… cosas así. Para mi coser siempre ha sido algo que tenía que hacer inevitablemente, pero no por placer, por gusto. Así que dedicarme a hacer ésta “buena labor” me ha aportado muchos agradables y gratos momentos.

Haciendo velas

Otra de las actividades, y la que más ha significado para mi, ha sido la de hacer velas en el centro de meditación, la cuál es mi tarea actual de todas las mañanas. Al no tener luz el centro, es necesario hacer velas y siempre hay un encargado/a que se encarga de hacerlas. Antes de mí estaba otra chica alemana, y al irse ella del centro y  me preguntó si quería ser yo la responsable y pasarme el “testigo” y me alegré mucho de poder tener el honor de “traer luz a Nilambe”. Le dije que sí… por supuesto!


Disfruto mucho haciendo velas cada día “mindfully”, es decir, con atención plena. La hora u hora y algo que estaba en aquel cuartucho cortando parafina, fundiéndola en el fuego, engrasando el molde, colocando el hilo, rellenando el molde con la parafina fundida, abriendo el molde al día siguiente para ver cómo habían quedado las velas…  como yo digo es como ir a abrir un huevo kínder y ver que sorpresa me encuontro dentro!

Una de las cosas que más me gusta es elegir el color de las velas que voy a hacer ése día, pues para mi los colores tienen mucha simbología. Rosa amor… Dorado sabiduría… Verde sanación… Lila purificación… Naranja creatividad… Azul protección… Así pues, ésta actividad además de ser una meditación es pura devoción para mi, es un rato que paso completamente absorta en la actividad de “traer luz” y me aporta mucha energía y realización personal!


… Caminando descalza…

Muchos ratos, o la mayor parte del tiempo aquí lo paso caminando descalza. Para mi ha sido otro gran descubrimiento pues me ha conectado mucho con la Tierra. Ahora en abril llueve más y hay más sanguijuelas y eso impide que podamos caminar igual de descalzos, a no ser que queramos correr el riesgo de que nos vayan chupando la sangre en todo momento! Poca broma… la experiencia de las sanguijuelas es otro tema “clave” si quieres venir a Nilambe y es época de lluvias…

Pero por lo general, el caminar descalza ha sido otra de las grandes sensaciones que he podido vivir aquí. Me llevo gravados en mi corazón el recuerdo de esas meditaciones caminando descalza en el jardín, ese ir y venir a la cocina, a la sala de meditación y por casa con mis pies desnudos, abiertos a la vida… he bailado mucho yo sola… si, si!! Mis pies bailaban solos! He reconectado con ellos… y veía que esa preciosa parte de nuestro cuerpo ahí abajo del todo, es la puerta de conexión con la Tierra, y la que me permite desplazarme y recorrer el mundo… gracias pies!!


… Mindfullness observando con la naturaleza…

Otro de los elementos con los que he podido experimentar el mindfullness es con la naturaleza, ese bello tesoro que nos rodea y nos crea, que nos da la vida y tan a menudo ni lo valoramos, ni lo contemplamos, ni tan siquiera le damos las gracias por los frutos que nos da y las experiencias tan bonitas que nos regala…

Además de sentir la plena conciencia comiendo, caminando o trabajando, empecé a sentir la plena consciencia relacionándome también con la naturaleza, con todos esos animales y fenómenos naturales que sucedían a mi alrededor y nunca me había detenido a mirarlos y contemplarlos como ahora. Por supuesto que ya había sentido ésta sensación muchas veces anteriormente en mi vida, pero aquí, en ésta etapa particular de mi vida en la que estoy centrada en el aquí y el ahora, empecé a mirar la naturaleza con otra mirada más “despierta”, empecé a sentir la naturaleza en mi piel de otra manera (porque yo soy otra…), empecé a hablar con la naturaleza, amar la naturaleza, valorar la naturaleza… devolverle el amor y el agradecimiento por tantas cosas que ella me regala diariamente!

Empecé a descubrir cómo se mueven algunos animales, como vuelan, como se transforman… empecé a escuchar los sonidos del agua, de los grillos, de las ranas… empecé a mirar con más detenimiento la puesta de sol, los colores que aparecían, la niebla que se formaba a veces, las formas de las nubes…

Descubrí que a las mariposas les gusta volar juntas en grupos de cinco, de diez, a veces incluso más … Empecé a ver mariposas por todos lados y jugaba con ellas… miraba a algún lugar dejando la mirada fija y empezaba a contar cuántas mariposas se cruzaban por delante de mi vista… me sentía, y  me siento niña de nuevo!

Me di cuenta que en el pequeño estanque que hay en el centro hay muchos tipos de animales dentro, entre ellos ranas… y descubrí que había un renacuajo que se estaba convirtiendo en rana y tenía medio cuerpo de renacuajo y medio de rana… fue muy divertido!


Me di cuenta que por el cielo pasaban muchas águilas… que había muchos tipos diferentes de réptiles de diferentes tamaños y colores… empecé a observar los movimientos de los monos siempre que se acercaban al centro en busca de comida… cómo se mueven en grupos, cómo se quitan los piojos los unos a los otros, cómo nos miraban con detenimiento al acecho a ver que podían “robarnos” con su mirada traviesa…

Empecé a mirar con detenimiento los largos caminos que hacían las hormigas, unas detrás de otras… sin chocarse pero siguiendo una trayectoria…
Me di cuenta que en febrero el sol le ponía en un lugar concreto de la montaña, y cuando volví ahora en abril se pone un poco más a la derecha…en otro lugar de la montaña…

Me he hecho íntima amiga de la gata del centro, y se pasa días y días y horas y horas conmigo mientras yo leo, escribo o medito. Le encanta sentarse en mi falda y lo que más me gusta es que cuando abro la puerta del balcón bien pronto por la mañana, sobre las 5 am o así ella ya está allí para darme los buenos días… que cosa tan linda por favor!

He percibido el milagro de la vida en la naturaleza. Cuán generosa es y cuántas cosas imprescindibles para vivir nos aporta: agua, luz, alimentos, sonidos, sensaciones, protección, nuestros amigos los animales…  Cada día le doy los buenos días al nuevo día, y a la niebla… y cada noche le doy las buenas noches, al día que se va, y a la luna…

Hoy siento que la naturaleza y yo hemos empezado una  nueva relación, una nueva amistad, una nueva forma de comunicarnos… un nuevo camino juntas!!

sábado, 25 de abril de 2015

Reflexiones y vida cotidiana practicando mindfullness en Nilambe (1)

Actualización 19 de marzo 2016:

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Cintia


Tuve mucha suerte que la vida me trajera hasta Nilambe. Todo lo que llega a nosotros por casualidad, no es tan casualidad como parece, pues todo está perfectamente orquestado desde los reinos espirituales en beneficio para nuestro desarrollo, poniéndonos delante las experiencias que necesitamos para evolucionar. A veces la vida nos abre puertas que no sabemos dónde nos van a llevar, pero con el tiempo entendemos cuál fue el motivo y la magnitud de la experiencia.
Yo fui muy afortunada de poder asistir a un retiro de 9 días aquí en febrero y ahora que he vuelto para pasar aquí todo el mes de abril ha sido como volver a casa… una sensación de familiaridad y comodidad me invadieron desde el primer momento.

Nilambe está siendo un despertar absoluto de mis sentidos, un reencuentro con ese abismo de silencio que vive en mi, un abrazo a cada instante con la vida ante cada pequeño acontecimiento que sucede aquí. 

Aquí se transforman las dimensiones de tiempo y espacio. Aquí el tiempo va más lento y la vida se multiplica por mil. Asistimos a la magia de volver a nacer en nuestro cuerpo alejándonos del ruido de nuestras vidas cotidianas, dejando de ser ciegos y sordos por un tiempo para saborear los pequeños placeres y regalos escondidos detrás de las cosas más simples como pueden ser contemplar un atardecer, saborear una taza de té, o sentir lentamente nuestra respiración.

Anteriormente en mi ciudad, Barcelona,  ya había hecho algunos cursos y retiros de fin de semana de meditación y mindfullness, pero te das cuenta que la experiencia te la aporta la práctica, el trabajo consciente hecho con  intención y  compromiso. El trabajo hecho con coraje con tu propio proceso de transformación y sanación.

El mes que casi llevo aquí me está sirviendo para hacerme muchas reflexiones acerca de lo que realmente es la vida, de lo que verdaderamente necesitamos para vivir, acerca del ritmo vertiginoso que llevamos en las ciudades llevándonos a enfermar y vivir con estrés y desconectados de nosotros mismos. He reflexionado mucho acerca de lo importante que es vivir la vida de acuerdo a nuestro sentir, a nuestro corazón, lo importante que es poder superar nuestros miedos y trascender de todas esas ideas y creencias colectivas para vivir tu vida de manera autentica, viviendo tu verdad.

"Lo que ves refleja tu pensamiento"

Llevo casi un mes viviendo una vida muy sencilla, sin muchas de las cosas que hace un tiempo creía que necesitaba para vivir y ahora me doy cuenta que no las necesito. Como comida vegetariana y no echo de menos la carne, ni la pasta, ni el pescado, ni el café, ni el azúcar, ni los huevos, ni nada. Nada más llegar, sentí que éste sería un tiempo de purificación interno y externo y decidí que vestiría de blanco todo el tiempo, con solo dos mudas de ropa que tengo. Si, tengo más ropa, más bonita, con más colores tal vez, y podría variar más y lavar menos. Pero siento que no necesito tanto. Con dos pantalones y dos camisas estoy pasando todo el mes y no echo de menos “mis modelitos” de ropa, ni mi ropa “occidental” para entendernos. Estoy sin wasap, y tampoco es algo que extrañe, aunque es cierto que la conexión a internet que tengo, aunque sea pésima, me permite conectarme algunos ratos. Es sorprendente ver la capacidad de adaptación del ser humano!


Hace un mes que no veo pasar un taxi, un autobús, un vendedor de samosas y no veo otra cosa que no sean montañas y los acontecimientos habituales en el centro de meditación. Asi pues, ésta está siendo una experiencia sumamente purificadora para mi… verdaderamente purificadora!!!

Nilambe, éste pequeño jardín botánico a las afueras de Kandy, me ha ofrecido la experiencia de estar inmersa las 24 horas del día en la plena conciencia, en un lugar de silencio rodeado de tanta belleza y tanta naturaleza… que afortunada soy!


miércoles, 15 de abril de 2015

Las cuatro nobles verdades de Buda

Actualización 19 de marzo 2016:

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Os espero con los brazos abiertos!

Cintia



Vivir es un arte que debe aprenderse, cómo se aprende el arte de pintar, de escribir o de escalar montañas. Nadie nos enseña a vivir cuando nacemos, nadie nos muestra el camino que debemos seguir para alcanzar la plenitud y nuestra realización personal, pero si nos nutrimos de las experiencias de maestros que ya han pasado por esas etapas de desarrollo de la consciencia y nos alimentamos de información que nutra el alma y nuestro ser, el camino nos será mucho más sencillo, que no por ello fácil.

Puesto que nadie nos ha enseñado a vivir, pensar y sentir de otra manera tenemos muy instalada en nosotros la creencia de que la vida que tenemos es la única posible y es la única manera de la cual se puede vivir. Cómo vamos a imaginarnos viviendo una vida diferente a la vida que vivimos sino sabemos de qué otras maneras se puede vivir? Ello nos lleva al fatal destino de creer que muchos de nuestros sufrimientos nos acompañarán para siempre y a creer que es “imposible” vivir sin problemas, sin apegos, sin miedo, sin dolor a las pérdidas, sin ira o frustración, sin enfado o rabia, sin discusiones o criticas. Desde nuestro nivel actual de entendimiento y conciencia es realmente imposible, pero entrenando un poco más nuestra mente y ahondando en el conocimiento de nuestra verdadera naturaleza como seres humanos podemos ir trascendiendo capas de realidad hasta ser capaces de vivir nuestras vidas trascendiendo toda ilusión y todo apego a nuestro ego o la imagen creada de nuestro “yo”, esto es, sin sufrimiento.

El budismo como camino de desarrollo espiritual

Las enseñanzas budistas están siendo un gran bote salvavidas y un gran faro de luz que guían mi camino en mi desarrollo espiritual. En una sociedad como la nuestra, tan desconectada de la espiritualidad y del entendimiento del alma, necesitamos alguien que nos guíe por el tránsito hacia nuestra verdadera naturaleza y, parte de las respuestas que necesitaba y del estilo de vida que me llena  lo estoy encontrando en el budismo, no como religión, sino como filosofía de vida.

Ése es otro aspecto que más me gusta del budismo a diferencia de otras religiones. El budismo aconseja, orienta, guía. No da órdenes ni pretende controlarte como lo hacen la mayoría de religiones basadas en un carácter jerárquico y dogmático. No castiga, no te condena a ir al infierno ni te obliga a ir a expiar tus pecados cada domingo. El budismo no te dice lo que tienes que hacer, simplemente te orienta y comparte contigo la sabiduría de una tradición milenaria que se basa en una visión humanista y universalista, defendiendo el respeto y la convivencia entre todas las formas de vida del planeta y entendiendo el amor y la compasión como valores fundamentales de desarrollo espiritual y convivencia en la humanidad.

La biografía de Buda como ser que alcanzó la iluminación, o estado de nirvana, es un ejemplo a seguir para todos aquellos que deseamos vivir una vida liberada de todo sufrimiento, para vivir una vida auténtica conectada con la verdadera espiritualidad, entendiendo la naturaleza de la realidad trascendiendo el mundo de la ilusión, sin dejar que sea el ego nunca más quien dirija nuestras vidas.

Yo, ahora

Actualmente me encuentro en un retiro de meditación en “Nilambe”, un centro de meditación en Sri Lanka. Ya pasé aquí 10 días en el mes de febrero y ahora he vuelto por un mes más durante todo el mes de abril. En éste lugar (como en cualquier otro lugar donde se practique la meditación y esté vinculado a las enseñanzas budistas) voy accendiendo cada vez más a niveles de comprensión de la realidad más profundas gracias a las enseñanzas que recibo en los días donde hay retiro y gracias a la información que leo, sumamente transformadora para mí. Cada charla incorpora algún aspecto nuevo a mi experiencia, me recuerda una vez más el camino a seguir  mediante la práctica de la meditación y sobretodo me hace recordar eso que ya soy, eso que ya vive en mi, esa sabiduría que yace en mi interior de manera innata (como la de todos) activando partes de mi alma y códigos de memoria presentes en mi cuerpo.

De los retiros que estoy haciendo son muchas de las cosas que quisiera compartir con vosotros, pero hoy voy a centrarme en un “Sutra” (literalmente discurso) que Buda ofreció después de la noche que se iluminó, el cual habla de “Las Cuatro Nobles Verdades”.

La noche que Buda se iluminó

Buda se sumió en un proceso de búsqueda espiritual para liberarse de todo sufrimiento. Shiddarta Gautama (que así se llamaba antes de convertirse en Buda) era un príncipe de una casta hindú compuesta de nobles y guerreros. Vivía dentro de palacio viviendo una vida real y alejada de todo lo que pasaba allí fuera. Se casó e incluso llegó a tener hijos pero se dio cuenta que eso no le llevaba a un estado plenitud, pues aunque supuestamente lo tenía todo, y tenía toda la rirqueza del mundo,  él seguía sufriendo y mucha gente allí fuera también sufría. Eso le llevó a salir de palacio a su edad de 29 años, dejándolo todo para ir en busca de su camino de realización personal y espiritual.  Pasó muchos años entregado a la meditación y a una vida ascética que implicaba  un estilo de vida moderado.

Buscó muchos maestros, aprendió muchas cosas él por sí mismo de la mente y del sentido de la vida, pero no le era suficiente. Él sabía que debía haber algo más. La noche en que finalmente Buda decidió sentarse bajo un árbol bodhi (una higuera, que es un árbol sagrado en India) lo hizo con la firme intención de no levantarse de allí hasta que alcanzara el nirvana (literalmente “cese del sufrimiento”) un estado de no-retorno, un desvanecimiento de toda ilusión de la mente, un estado trascendido de consciencia: la iluminación. Esa noche Buda pasó por cuatro fases o etapas de meditación, y en la última fase alcanzó un estado de purificación  de su mente que le llevó al entendimiento de las Cuatro Nobles Verdades.

Las Cuatro Nobles Verdades

Para que entendáis bien lo que son las cuatro nobles verdades os voy a poner el mismo ejemplo que Paul, nuestro profesor durante el retiro en el mes de febrero, nos puso.

Ejemplo 1: Vives en una prisión

Imaginad que estamos todos en una prisión. Nadie sabe realmente que hay allí fuera más allá de ésos barrotes que nos separan de la realidad. Todos los que estamos dentro pensamos cosas diferentes. Unos piensan que fuera hay una cosa, otros piensan que hay otra. Se supone que fuera está el paraíso, pero todo son suposiciones.

Llega un día que no te conformas con esa respuesta, y empiezas a preguntarte tu también que haces tu allí dentro. Cómo llegaste a esa prisión? Porqué? Y más aun… empiezas a preguntarte cosas sobre tu vida… Porqué soy mecánico? Porqué me gusta tanto trabajar con niños? Porqué de pequeño me gustaba tanto pintar? Porqué sufro? Porqué me duele tanto esto o aquello? Que pasa cuando morimos? Somos sólo materia? De donde venimos? Adónde vamos después de la vida? … Y muchas más preguntas de todo tipo de índole.

Y vas viendo que de vez en cuando alguien sale de la prisión y es finalmente libre. Pero tu no, tu sigues allí.

Para salir de la prisión en la que tu sol@ entraste, y que tu sol@ creaste debes compender las cuatro nobles verdades. Una vez alcances la comprensión de ellas, serás libre finalmente y podrás vivir en ese paraíso que te estaba esperando fuera…

Ejemplo 2: Estas enfermo

Otro ejemplo que puede ayudarnos a entenderlo bien es el de la enfermedad. Imaginaros que estamos todos enfermos, pero nosotros no lo sabemos, no sabemos nada de nuestra enfermedad. Un día alguien viene a ti y te dice lo que te pasa: “Amigo, tienes cáncer, o depresión o artritis… o adicción a las drogas, o al tabaco, o al alcohol…” lo que sea, y tu no sabías nada antes.

Si esa persona no sabe o no acepta su enfermedad no hay nada que hacer, él o ella no entenderá nada y no podrá curarse. Sólo tomando conciencia de que estamos enfermos podremos buscar un camino de salida, y para buscar ese camino necesitaremos tener una motivación, un interés, un propósito, aceptar la responsabilidad sobre nuestra propia vida y adquirir un fuerte compromiso con nosotros mismos.

Ahora pues, vamos a ver cuáles son las cuatro nobles verdades
  1. La vida incluye sufrimiento

Sufrimiento es insatisfacción, descontento y la vida está llena de momentos de insatisfacción, tristeza, descontento, … es decir sufrimiento. El nacer es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, morir es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la pena, la desesperación, la tristeza, la ira, la rabia… todo eso es sufrimiento. Cuando vamos rápido por la vida, estamos cansados, nos sentimos sin energía, sentimos que la vida nos supera, que no llegamos a todo, que estamos desbordados… eso es sufrimiento. Cuando nos separamos de alguien a quien queremos es sufrimiento, cuando no podemos desapegarnos de una persona, cuando lamentamos la pérdida por la muerte de un ser querido, cuando no podemos obtener algo que queremos o  nos causa placer es sufrimiento… asi pues… sufrimos mucho todos los seres humanos!

Lo primero que debemos entender es que estamos sufriendo. Si no somos conscientes de cuánto sufrimiento hay en nuestras vidas no vamos a poder buscar el remedio o la solución. En nuestro ejemplo de antes, si no sabes que estás en una prisión no vas a ser consciente que puedes hacer algo para salir de ella y vivir en libertad, o si no sabes que estás enfermo, no vas a poder tomar conciencia de porqué enfermaste y que puedes hacer tú para sanar.

2.  El origen del sufrimiento son los deseos y los anhelos

Sufrimos cuando deseamos algo y no lo podemos obtener. Cuando literalmente tenemos sed de algo. El sufrimiento se origina en el ansia que causan nuestros deseos, los sentidos, los placeres sensuales… buscando la satisfacción en miles de cosas que un ser humano puede desear. Sufrimos cuando deseamos que nos cojan en un trabajo nuevo y no nos llaman, cuando deseamos que nos suban el sueldo y no nos lo suben, cuando deseamos perder peso y no lo perdemos, cuando deseamos que alguien nos quiera y no nos quiere, cuando deseamos seguir en una relación y el otro quiere dejarla, cuando deseamos comprarnos una casa mejor pero no podemos, cuando deseamos  más tiempo para nosotros y no lo tenemos, cuando tenemos un deseo sexual y no se satisface, cuando queremos ir de viaje y no podemos porque estamos enfermos o no tenemos suficiente dinero… por mil cosas. Creo que todos podemos reconocer en mayor o menor  medida algunos síntomas de sufrimiento en nuestras vidas.

3. El sufrimiento puede extinguirse cuando se extingue la causa

Detrás de todo sufrimiento hay un deseo, algo que queremos, algo que anhelamos. Deseamos algún placer sensual relacionado con los sentidos, deseamos llegar a ser algo, deseamos obtener algo. Cuando dejamos de tener tantos deseos y anhelos y empezamos a aceptar las cosas como son, y empezamos a ser felices con lo que tenemos, dejamos de sufrir. Cuando empezamos a contentarnos con la vida tal cual es y empezamos a abrazar la vida tal cual se nos presenta, dejamos de sufrir.
Tal vez no desearas que la relación con tu pareja acabara, o tal vez te hubiera gustado que te llamaran de aquel trabajo o te hubiera gustado poder ir a cenar con aquella chica… pero si las cosas no fueron como a nosotros nos hubiera gustado, tan solo aceptando el momento tal cual es (dejar de querer, dejar de pretender), el sufrimiento se desvanece, porque no quieres otra cosa que no sea lo que ya es.

En nuestro ejemplo de antes, podríamos entender ésta noble verdad si por ejemplo viniera alguien y te dice: “Ya está bien, ya puedes salir de prisión, has cumplido tu condena”. O si viniera el médico y te dijera: “Tranquilo, tu enfermedad tiene solución”. Esta noble verdad nos trae buenas noticias… hay una solución a nuestro sufrimiento! No estamos condenados de por vida a sufrir, podemos dejar de sufrir!

El budismo habla de ésta noble verdad como el abandono del ansia de placeres sensuales y todo tipo de “quereres” sean del tipo que sean. Muchos budistas siguen éstos preceptos de un modo extremo y llegan a privarse de todo (posesiones materiales, actividades de ocio, relaciones sexuales, experiencias sensoriales, vestimenta, estilo de vida…). Bajo mi opinión, tampoco hay que irse a un extremo tan radical, a mi me gusta mucho lo que en budismo también se llama “El camino del medio”, pero entendiendo correctamente lo que aquí se pretende decir sobre el dejar de desear y de querer tanto creo que queda claro que se sufre menos. Luego cada cuál debe de buscar su manera, su punto de equilibrio interno para no sufrir por cuestiones externas y deseos. Ésta noble verdad es algo que debe ser entendido y experimentado por la propia persona, no es una cuestión de entendimiento intelectual.

4. El noble camino es el método para extinguir el sufrimiento

Ok… perfecto! Ahora ya sabemos que estábamos sufriendo, ya sabemos que sufríamos porque teníamos deseos, constantemente queremos cosas…  y ahora ya sabemos también que podemos extinguir el sufrimiento. Tenemos excelentes noticias!

Ahora la clave es… y cómo lo hago? Cómo salgo de aquí? Dónde está la puerta de salida? Qué medicina puedo tomar para “curar” mi sufrimiento? Cuál es la dirección que debo tomar ahora en mi vida?

El doctor puede darte una pastilla, o el carcelero puede abrir la puerta de la cárcel, pero… creéis que esa es la solución definitiva a nuestro sufrimiento? Si no cambio nada de mi vida, de mis esquemas de pensamiento, si no genero otro tipo de sabiduría y conciencia es probable que al poco tiempo vuelva a estar enfermo o vuelva a estar en la prisión, privado de libertad y lleno de sufrimiento.

La clave es… CAMBIA TU VIDA!!!

Y como podemos cambiar nuestra vida? Podemos cambiarla siguiendo lo que el budismo llama  “El noble óctuple camino”.

El noble óctuple camino

El budismo prescribe un método o camino en el que se intenta evitar los extremos de una búsqueda excesiva de satisfacción por un lado, y de una mortificación innecesaria por otro (lo que ellos llaman, el camino del medio).
Éste camino a seguir para curarnos, para sanar, para ser libres y dejar de sufrir contiene a grandes rasgos tres apartados:

-         1.  Sabiduría
-          2. Conducta ética
-          3. Disciplina mental o cultivo meditativo de la mente y corazón por medio de la meditación, la atención y la plena consciencia del presente de manera continua.

El noble camino contiene ocho aspectos:

1.       Visión o comprensión correcta
2.       Pensamiento o intención correcta
3.       Habla correcta
4.       Acción correcta
5.       Medio de vida correcto
6.       Esfuerzo correcto
7.       Consciencia del presente o atención correcta
8.       Concentración o meditación correcta

Podríamos desglosar cada uno de éstos ocho aspectos pero creo que es suficiente por hoy…

Ahora… a trabajar!

Bien amig@s... Aquí he compartido con vosotros algo que yo considero muy valioso, algo que podría ser una hoja de ruta, una brújula que te orienta hacia el camino correcto, el que nos liberará del sufrimiento y nos llevará a vivir una vida plena, llena de libertad, gozo y satisfacción.

Todos sabemos que la teoría es muy sencilla y la práctica no lo es tanto… de lo que se trata no es de pretender hacerlo perfecto desde ahora mismo, se trata de empezar dar los primeros pasos y hacer el camino al andar como dice la canción…

Si somos conscientes que podemos cambiar nuestra vida y dejar de sufrir y sabemos más o menos en qué dirección ir ahora solo falta tesón, valentía, perseverancia, esfuerzo para ir obteniendo esos pequeños logros e ir realizando personalmente esas pequeñas conquistas!

Amig@s os deseo a tod@s de corazón una vida plena, anclada en el momento presente, libre de todo sufrimiento… permitiendo amar la vida y la existencia con el corazón bien abierto y con una mente serena, enfocada en lo esencial! Que la sabiduría os acompañe e ilumine vuestro camino!

Muchos abrazos llenos de luz y amor para vosotr@s...